Mientras disfrutaba de la piscina con su nuevo ligue, Quinn Wilde vio como a su chico le daba un tirón y le ofrecía su experiencia como masajista. La morena le pidió que se tumbase y empezó a cubrir su cuerpo de aceite para luego empezar a usar sus manos y relajarlo con un buen masaje. Lo que pasa es que tras quitarse el bikini, el ambiente se caldeó y mucho, hasta terminar los dos lubricados de arriba a abajo y follando sin parar.