Para mejorar sus notas, los padres de esta jovencita contrataron a un tutor particular que acudía a casa un par de veces a la semana y repasaba la lección con ella. Era un chico joven y guapo, que tenía a la colegiala bebiendo los vientos por él. Una tarde tras las clases, ella le regaló unas bragas y enseguida él tuvo claro lo que buscaba. Agarró su culo y se besaron, para acto seguido pasar al sexo antes de que pudiesen ser pillados.