Últimamente su marido no le hace mucho caso, se pasa más tiempo en el trabajo que en casa, y cuando están juntos apenas tienen tiempo para tener sexo, eso ha provocado que Abbey Brooks se tenga que buscar la vida para seguir teniendo una vida sexual plena y parece que el gran beneficiado de todo esto es su repartidor, que cada día va a su casa a meterle la ración de sexo que esta impresionante milf necesita.