Parece que este hombre iba a pasar un cumpleaños de lo más aburrido solo en casa, pero de repente recibió la visita sorpresa de su joven vecina, que le había llevado un pequeño dulce para felicitarlo. La chica se ofreció a hacerle compañía, aunque en realidad lo que quería era darle el regalo tan especial que tenía para él. La chica empezó a acariciar su entrepierna, dejándole ver lo que buscaba y al final, acabó sin bragas y abierta de piernas regalándole un inolvidable coito sobre el sofá.