Cuando llegó a casa su joven novio le tenía una sorpresa romántica preparada. Un buen vino, luz tenue y la camilla de masajes preparada con pétalos por encima. A ella le encantó la sorpresa y se dejó llevar, lo primero que hicieron fue brindar y luego ella se desnudó para tumbarse sobre la camilla a recibir el masaje con final feliz que tanto disfrutaron corriéndose juntos.