Tenía una reunión de trabajo con un amigo y para tomar nota de todo, quiso contar con una joven asistenta que había contratado recientemente. Se fijó en sus tatuajes y en su cara de golfa, así que empezaron a hablar de ella y le confesó que la chica es un tanto «sueltecita». De hecho tras un rato hablando de negocios, el jefe de la morena empezó a besarla y a calentar el ambiente, hasta invitar a su amigo a participar. Al final cerraron el trato a lo grande, cogiendo a la chica y follándosela por ambos agujeros a la vez, mientras ella no paraba de gritar de gusto.