
Este chico joven lleva ya un tiempo ingresado en el hospital y como últimamente ha estado un poquito bajo de moral, la doctora ha querido levantarle el ánimo de una manera un tanto curiosa. Ha cerrado la puerta de la habitación con llave para que nadie pudiera molestarlos y después de cogerle la polla y hacerle una gran mamada, se ha subido sobre él para follárselo y regalarle un buen polvazo que sin lugar a dudas el joven disfrutó y agradeció.