Era época de rebajas y tras ir con su chica de compras, el chico vio como se enzarzaba en una pelea con otra chica por una prenda de ropa. Sin querer se llevó un golpe y la dependienta decidió llevárselo a la trastienda para ponerle hielo. Lo que pasó es que una vez a solas, el hombre vio como la dependienta le seducía y cuando le puso sus tetazas en la cara, no pudo resistirse a meterle un buen meneo donde los dos se entregaron a lo bestia.