La profesora Dee Williams estaba en una tutoría con uno de sus alumnos, cuando de repente le entró un calentón brutal y unas ganas de follar increíbles. Aunque sabía que estaba en horario laboral, se aseguró que la puerta de su despacho estaba bien cerrada y le puso en bandeja sus enormes tetas a su tímido alumno para que el joven «apagara» el calentón que ella llevaba encima con una buena follada.